LA GRIETA DIGITAL 11

SEPTIEMBRE OCTUBRE 2013

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LA GRIETA DIGITAL 11

LOS NUEVOS PROFETAS DEL ODIO:

LLEGANDO LOS MONOS






“El domingo en la tribuna
un gordo se resbaló,
si supieran la avalancha
que por el gordo se armó.
Rodando por los tablones
hasta el suelo fue a parar
mientras todos los muchachos
se pusieron a gritar...
deben ser los gorilas, deben ser
que estarán por aquí”.


¡Los monos vienen llegando! Estamos parafraseando a Luca Prodan que a su vez citaba de memoria una canción popular de los 50, “Deben ser los gorilas”. ¡Gorilas! Una palabra que viene de lejos, trasmitida de generación en generación. Una palabra que seguimos empuñando para nombrar al otro golpista, a todos aquellos que, en nombre de la libertad y la república, sacrificaron vidas de conciudadanos y clausuraron la política para las mayorías. Una palabra que guardamos para mantenernos en guardia, recordarnos que siguen ahí, escondidos, agazapados esperando su turno para ponerse a gritar otra vez, a machacar, enquilombar.

“Gorilas” es una palabra con historia y nos remonta a Hollywood. Mogambo es una película estadounidense de 1953, dirigida por John Ford y protagonizada por Clark GableAva Gardner y Grace Kelly. Dicen que fue un refrito de la película de Red Dust (1932) basada en una obra de teatro homónima de 1931 escrita por Wilson Collison.  La historia sucede en alguna jungla. Vic Marswell (Clark Gable) es un cazador que organiza safaris por África. En su pequeño hotel se encuentra hace algún tiempo la atractiva Eloise Kelly (Ava Gardner), con la que Marswell ha iniciado una relación cuando llega un matrimonio americano que ha contratado los servicios de Marswell para filmar gorilas en libertad. La esposa (Grace Kelly) queda impresionada por el maduro cazador y se enamora perdidamente de él. A su vez, Marswell se siente halagado y se cree también enamorado de ella. Eloise Kelly contempla esta situación con celos, dolor e incredulidad y parece que las relaciones entre ambas parejas se van a romper irremediablemente.

La película se estrenó en el país en 1955. Faltaba poco para que los aviones bombardearan la Plaza de Mayo y la casa presidencial. El ambiente estaba caldeado con todo tipo de rumores y operaciones. Por esos años Délfor Dicasolo conducía un programa humorístico en Radio Splendid, que se llamaba “La revista dislocada”. El programa tenía varios sketches guionados por Aldo Cammarota que parodiaban películas del momento para contar la actualidad. Una de ellas fue Mogambo, donde un científico alcoholizado que lideraba una expedición en busca de un cementerio de gorilas, cada vez que escuchaba un ruido, con acento porteño y con varias copas encima, repetía “deben ser los gorilas, deben ser”. La frase aludía al despotrique que militaban los golpistas, avivando todo tipo de rumores, llevando y trayendo carne podrida, confundiendo, desinformando, operando. El programa se recuerda por haber popularizado la palabra “gorila”, término informal con el que se aludía primero a los militares golpistas o complotados contra el peronismo y décadas después a todo antiperonista.. Esa palabra, además, fue una de las que utilizaron como contraseña los conspiradores durante el golpe que irónicamente llamarán “Revolución libertadora”.

Hoy como ayer, el clima destituyente lo reconocemos apenas encendemos la televisión o la radio. Con el paso del tiempo aprendimos que hay muchas formas de golpear, una de ellas a través de la censura previa gestionada cotidianamente por el “periodismo independiente” y por la agenda de malestar social que marca la realidad con un troquelado cínico. Este número está dedicado a los nuevos profetas del odio.